Friday, December 30, 2005

Plaza Once

30-12-05:

Al fin me encuentro en Buenos Aires con mi destino suramericano.
Estoy en Plaza Once.

P.D: Borges,
Delia San Marco,
Macedonio,
Sobre héroes y tumbas,
Marco Denevi y su Rosaura.
Y hoy,
con dolor y rabia,
Cromañón.

Friday, December 23, 2005

Mi Buenos Aires querido

Martín, Maito y yo estamos saliendo para Buenos Aires desde hace varias horas y no terminamos de hacerlo. Lan Chile se ha encargado de retrasar la llegada de estos cronopios a la ciudad junto al rio inmóvil. Parece que una conspiración de famas se nos está interponiendo. Pero no podrán con nosotros. Esperen noticias.

P.D: Buenas salenas.

Saturday, December 17, 2005

El aleph (II)

Camino por Bond Street y me deleito, como siempre, mirando sus tiendas. Hoy me llama la atención un tweed que acabo de ver en el viejo establecimiento que le hacía los trajes a mi padre. Camino y tengo la sensación de ser invisible. Pienso ahora que ya no volveré a casarme ni a tener hijos. Sigo caminando por la calle de Londres que más me gusta. Veo guantes, veo zapatos; en una pescadería veo un salmón dentro de una barra de hielo. Y llego, casi sin darme cuenta, a la floristería y escojo los ramos para la fiesta que daré esta noche.

Ella esperaba mi regreso. Y rezaba el rosario. Temía por mí. Ahora estoy sano y salvo en la casa y veo que a ella le ha vuelto el alma al cuerpo. Cada cuenta del rosario, me dice, era el ruego de que una voluntad secreta me acompañase a lo largo de mi vida. Ahora sé que puedo ver lo oculto en lo visible y que toda dificultad, lejos de atolondrarme, esconde la fuerza de mi transfiguración. Ahora sé que puedo ver los peces en la canasta estelar de la eternidad.

No me interesa la casa y menos aún la dueña, con su insoportable coquetería de cuarentona. Así que decido, silenciosamente, no alquilar habitación alguna y con debida cortesía europea, me dispongo a salir. De pronto, la señora me lleva a conocer el jardín. Y la veo. Otro narrador podría haber dicho: arribo al momento inefable de mi relato. Yo sólo digo en este instante que me es difícil expresar con el vigor adecuado el estremecimiento que ahora sufro y el verdadero impacto de este reconocimiento imprevisto. Ella me está mirando por encima de sus anteojos negros. Y yo sé lo que me espera.

Mi propósito era llegar sigilosamente hasta Lisboa y desde ahí partir hacia América. No tenía más salida. Huía, casi por instinto. En este instante sé que no podré escaparme del destino. Era, sin duda, éste. Estoy deshecho en Port Bou. Nada en mis tinieblas tiene ahora que ver con Theodor W. Adorno. No más Horkheimer en mi vida. No más ilusiones. Ya la suerte está echada. Por fortuna, tampoco me han de matar mis enemigos. Traigo en mi bastimento una cantidad suficiente de morfina. Adiós. Envíenme flores a París.

¿Por qué me habré casado, Dios mío? Eso recuerdo que lo dijo madame Bovary. Yo ahora lo repito. Hago sufrir y sufro. No soporto, ni me soportan. Escribo aflicciones. Me atolondré. Voy a meter la cabeza en el horno de la cocina. No culpen a Ted. Culparán a Ted. No culpen a Ted. Culparán a...

Voy al centro de una ciudad venezolana que mi memoria sigue registrando. El coche está en una tranca. El calor es casi insoportable. Mi cicerone es un joven tímido, casi un niño. Yo me quejo. Pienso en el taller de narrativa en que el que estoy haciendo de maestro. Desconfío de los organizadores. Son todos jóvenes y no me ofrecen del todo seguridad. Sin embargo, estoy haciendo mi trabajo con gusto. También la ciudad, cuya discreta altura le va bien a mi salud. Ya el coche llega a la librería. Es "El azar inmóvil". El joven Valcárcel me abre la puerta.

Soy esa soledad desesperada que llama a Olga a altas horas de la noche y le pide cobijo. Me he de morir de cosas así.

Thursday, December 15, 2005

Julián Marías

Un niño está en la calle en brazos de su aya. Lugar: afueras de Valladolid. La niñera le dice que vienen unos cerdos. Como el niño jamás ha visto un cerdo le pide que lo deje en el suelo cuando ya estén cerca. Una pequeña piara marcha en dirección contraria. Pasan ahora frente al niño y éste se quita la gorra y le hace con ella un solemne saludo a los cochinos. Es el primer homenaje que realiza en su vida.

Esta escena la contó Julián Marías en uno de los tomos de sus memorias. La llamó "recuerdo grotesco". Error. Es una imagen bellísima, que ahora me sirve para saludar el adiós de Julián Marías, a los 91 años de su edad. Fue hace unas horas, según leí en El País.

Que en paz descanse quien fuera un destacado integrante de la verdadera nobleza española: la de los intelectuales dignos.

Tuesday, December 13, 2005

El aleph (I)


Arcimboldo

...

Estoy tratando de atravesar la calle. Pasan los carros, numerosos, velocísimos. Soy sordo y tengo muchos años encima. Mi biblioteca está a punto de incendiarse.

El arriero y yo estamos llegando al pueblo donde vive mi padre. Nuestro padre, quiero decir. Y lo que veo es puritita desolación. “¿Cómo es eso, este pueblo está deshabitado?”, pregunto. Y el arriero me responde: “Aquí no vive nadie y, además, nuestro padre murió hace muchos años”. Ahora no sé si yo estoy vivo.

Mi madre acaba de recibir la respuesta del señor Jung. Nada. No tengo remedio. Así que escribiré siempre desde esta dolencia infatigable. Sólo espero que al señor William Carlos Williams le gusten mis poemas.

Un hombre furioso está dándole palos a su caballo. El caballo, imperturbable, se resiste a tirar del coche. Yo veo la escena y me indigno. Salto hacia el caballo y lo acaricio y lo beso. Amo a Ariadna.

Estoy en una pequeña sala, solo. Veo el retrato sobre el piano, junto al jarrón. No me puedo contener y profiero, entonces, mi célebre declaración de amor perdido. Sí, soy yo. Soy el mismo.

Me asomo a la ventana. Hoy no tengo pacientes. Miro hacia la estación y veo a una mujer y a un chivo. Levanto el vaso y bebo hasta la última gota de whisky que me queda.

Celebran un santo o un cumpleaños. Son las cinco de la tarde. Me lo dice el sol. Hay risas en la casa y ruido de vajillas. Soy un bulto que llora ovillado sobre un sofá. Nadie me oye.

Salgo de mi casa con una maleta. Voy de viaje, pero no me dirijo a la estación. Busco un hotel y lo encuentro. Es el Hotel Roma. Me dan la habitación 49. Hago llamadas infructuosas. Al día siguiente, por la tarde, abrirán la puerta. Saldrá un ominoso gato y me encontrarán en la cama, vestido, pero descalzo. Leerán en una breve nota: "No hagan demasiado ruido".

Llueve en la ciudad y llora en mi corazón. Quiero olvidarme de mí mismo y entro, casi al azar, a una sala de conciertos. Me estoy preparando para escuchar a una pianista, cuyo nombre, que acabo de conocer, me hace gracia. Escucharé su síntesis de Leo Délibes y Camille Saint-Saens. Y me sumergiré en la locura de una noche.

Abatido, llego al pueblo y mi escudero se queja de que no me reciben con honores. Perora incontenible, como lo hiciera yo años atrás. Me parece ridículo y le digo: "déjate de esas sandeces y entremos a nuestro lugar".

...

Sunday, December 11, 2005

Egon Schiele y el origen del mundo


Egon Schiele

Lo acusaron de pedófilo. Lo acusaron de plagiario. Y el colmo: Kokoschka lo acusó de pornógrafo. Schiele, en verdad, podía llevar con orgullo cualquiera de las "rayas" que le infligían.

Y también las rejas (las soportó) , de las cuales salía, como si tal cosa, para seguir pintando impúberes canéforas que le ofrendaban el acanto lúbrico, o para hacer el amor con Valerie Neuzil, su famosa Wally (legada por Klimt) quien terminó siendo"su pareja, su camarada, su amiga, su cómplice y su criada".

Ahí está ella, Wally o como se llame, mostrándonos "el origen del mundo"...

Thursday, December 08, 2005

Para ella que se asombró ante Rothko


Rothko

Fue primero la luz de Turner. Ahora es la de Rothko.

¿Es la misma luz?

¿Podría yo escribir hoy Para ella que se asombró ante Rothko?

("Ella andaba emocionada esos días con una frase de Borges...").

No sé.

Lo cierto es que esta luz también nos libera

y diferencia de lo que siempre fuimos.

Un color sobre otro color

se ha convertido

en puerta al campo,

en mirada infinita y sin tropiezos,

en transparente página

donde podemos nuevamente

inventar desde la nada.

Tuesday, December 06, 2005

Rothko y tus ojos


Rothko

Están los dos frente al cuadro, acuciosos, penetrantes. Intentan meterse entre las dos franjas. Y lo logran. Son tus ojos.

Espero que retornes. El cello de Jacqueline Du Pré te acompañaba.

Dionisio Ridruejo, un recuerdo, un poema


Dionisio Ridruejo

Veo en la Televisión Española un documental sobre Dionisio Ridruejo. En este momento Jorge Semprún termina de decir que para el año 56 lo único que le quedaba de falangista a Ridruejo era “esa cursilería” de la frase “inasequible al desaliento”. Y añade: “Pero en Ridruejo no era cursilería porque en realidad él era inasequible al desaliento”. Ridruejo había formado parte del grupo “joseantoniano” y había escrito el himno de la Falange. Cara al sol con la camisa nueva que tú bordaste en rojo ayer. Evolucionó. Y a mediados de los cincuenta encendió la más brillante chispa contra Franco.

Termina el documental y recuerdo el día en que murió Ridruejo. Yo estaba en Barcelona. Argenis Rodríguez me dio la noticia en las Ramblas. Debíamos darle el pésame a Inés. Ambos pensamos en eso y en que España había perdido al gran presidente de la democracia que ya se aproximaba. Era el año 1975.

Terminó el documental. Busco ahora un libro de Dionisio Ridruejo. Y leo este bello poema sobre los niños. Nada más.

HOSPITALIDAD

Es necesario que haya niños. Nadie

sabe por qué y acaso ni siquiera

es conveniente. Pero por encima

de todo es necesario. Son la forma

más desasida y pura que conoce

el corazón abierto. Los amamos.

Son toda nuestra luz y el argumento

de nuestro sin por qué. Le dan salida

para no ser la leña ensimismada

de la hoguera mortal.

(...)

Dos amigos me prestan

la tarde de sus niñas. Llego a verlas

como se sale a respirar. Sus duendes

gobiernan la locura. Una es alegre

a color y la llamo

cascabel. La otra es suave y amorosa

con el hondo desmayo sensitivo

de algunas flores pálidas. Habitan

la maravilla entre la madre grávida

que sonríe y repiensa

sus queridos poetas alemanes,

y el padre que descifra y hace fáciles

las kasidas y salmos donde ellas

son aquel verso suelto que ilumina

porque era ya desde que el mundo es mundo.

Es necesario que haya niños. Nadie

sabe por qué, pero hacen falta. Nadie

está vivo sin niños.

Sunday, December 04, 2005

...y Franco se va a paseo


Franco

Copio, tal cual, una carta a Franco. La tomé de este blog:

http://elaveturuta.blogspot.com/2005/11/por-la-memoria.html

Por la memoria




Carta a Francisco Franco:

Querido hijo de puta:

30 años después de tu muerte, vivimos más tranquilos. A España, afortunadamente, no la reconocerías si levantaras la cabeza. Bueno, de hecho no la reconocería ni dios. Es cierto que todavía vivimos bajo un régimen monárquico continuista que tú mismo dejaste atado y bien atado antes de palmarla. Afortunadamente, el 23-F se quedó en agua de borrajas y hoy nos toca vivir bajo una monarquía parlamentaria insultante, pero bastante inocua. Tu principito heredero, ahora rey, se dedica (quién te lo iba a decir a tí) a ir a regatas y a otras actividades que no conviene mencionar aquí, porque eso sí, en España todavía no existe la plena libertad de expresión y me pueden cerrar el chiringo si digo tres o cuatro verdades.

Quiero hablarte también de tus herederos, que ayer y hoy salen a la calle brazo en alto a conmemorar tu persona. La verdad es que para ser herederos tuyos, los tienes bastante mal educados, ya que se pasan la vida montando pollos allá donde van. Eso sí, hay algo que te decepcionará: esos que salen a la calle son tus herederos fieles, los que no se avergüenzan de que les llamen franquistas. Hay otros, hoy agrupados en un partido denominado Partido Popular, que te han dado la espalda; o por lo menos, que te la dan en público para guardar las apariencias, aunque hay rumores de que en sus casas te tienen en los altares. Claro que esto no debería sorprenderte, siendo como es el partido de Don Manuel (sí, sí, Fraga Iribarne) a quien usted mismo no reconocería ejerciendo de demócrata y habiendo perdido (¡perdido, fíjese Ud.!) unas elecciones democráticas. Al resto de cachorrillos que escribían artículos en cierto diario de la Rioja allá por 1979 cantando sus lores - en concreto, un tal José María Aznar, de Valladolid, y otros de sus acólitos - no los conocerás. Da lo mismo: han aprendido la lección y aunque participen en el juego democrático que el contubernio rojo-masónico-judeocomunista ha logrado imponernos, yo sé que en el fondo son buenos y firmes defensores del régimen que estableciste, aunque se rumorea que uno de ellos es un poco maricón (claro que también a tí te llamaban, Queipo de Llano ni más ni menos creo que fue, "Paca la Culona"). Pero en lo demás, ahí siguen, firmes defensores de esa Iglesia a la que tanto beneficiaste y que tanto te entregó a cambio, en un régimen de terror que duró casi cuarenta años. Fíjate que ahora a los obispos les ha dado por participar en la democracia, y van hasta a manifestaciones: claro que aunque llevan playeras por si hay que salir por patas, ya no hay grises que les persigan por la calle, porque vivimos en un Estado democrático y de derecho que reconoce el derecho a la manifestación y reunión. Aunque no te preocupes: yo creo que a los rojos de Moncloa ya les está entrando el canguelo con la Iglesia y no creo que toquen mucho. Fíjate, si hasta con el tema de la educación ya están flaqueando y los colegios de monjitas ya recaudan más dinero público que los colegios públicos...

De la Guerra Civil aquí casi no se acuerda ni dios, aunque eso sí, tus fieles seguidores siguen financiando a autores (antiguos comunistas, para más señas) que ahora se dedican a defender tu figura y andan dejando las cosas claras: porque ya sabemos, Caudillo, que la guerra no la empezaste tú sublevándote contra el legítimo régimen de la República, no. Ahora ya nos han explicado que la guerra la empezaron los rojos en el 34. Eso sí te diré: ándate con ojo y mándales un recordatorio a tus cachorrillos, que anda el patio revuelto con la retirada de tus estatuas por media España. Y algunos rojos andan empeñados, mira tú por dónde, en desenterrar las fosas comunes y hacer recuento de la barbarie. Así que a ver si aleccionas a tus cachorros para que pongan España en orden, que entre el Estatuto de Cataluña y las Vascongadas, esto se nos rompe. Te entristecerá saber también que el Real Madrid ya no es lo que era, y que ahora está lleno de negros y otras gentes de mal ver, y ayer mismo perdió en el Bernabeu con el F.C. Barcelona. Claro que no te extrañe: serán cosas de Moncloa, donde hay un presidente rojo y culé. El mismo, aunque no se lo crea, que ha permitido que los bujarras se casen. Te digo yo que a España no la conoce ni la madre que la parió.

Querido hijo de puta, lo dejo ya. Hace treinta años que moriste (afortundamente, sufriendo, como parece por las imágenes de televisión). Yo nací justamente un año después (un año y dos semanas más), con lo cual me alegro de no haber tenido que compartir mundo con tu asquerosa persona. Mientras, descansa tranquilo: la política del olvido sigue funcionando a todo trapo: ni fuisteis juzgados por vuestros crímenes, ni lo seréis. Vuestra figura ya está siendo apropiadamente rehabilitada en los medios (controlados por tus cachorros), así que no te preocupes por quedar mal. Sabemos que, en el fondo, fuiste un gran benefactor.

Espero que sigas pudriéndote lentamente en tu fosa del Valle de los Caídos, construida con la sangre y el sudor de nuestros hermanos republicanos. Aunque creo que últimamente andan en convertirte la tumba en un museo. Habrá que verlo: pagar para verte...

El Ave Turuta

p.s. te dejo unos versos de Juan Paredes Manot, "Txiqui," a quien con 21 años mandaste fusilar en tu agonía de hombre acabado y patético.

Mañana, cuando yo muera
no me vengáis a llorar.
Nunca estaré bajo tierra:
¡Soy viento de libertad!

Somos Viento de libertad y los nietos de los obreros que nunca pudísteis matar, somos los hijos de la dignidad rebelde que nunca pudísteis encerrar. Los amamos y odiamos a sus verdugos.

(...)
¡No pasarán!

Saturday, December 03, 2005

El gato Valderrama


García Alix

Y la gata sigue buscando gato. Y el gato nada. El gato continúa escondido en unos versos de Baudelaire. Y se llama Theodor W. Adorno. Y se llama también Offenbach. Y está en los brazos de Augusto Monterroso, como lo podemos ver en la contraportada de un libro memorable. Y el gato es, definitivamente, el gato sensualísimo de García Ponce Juan y se va a revelar ahora en un dístico apresurado:

El gato obsceno y esperado está a punto de subirse a la cama

con el nombre felizmente tautológico de Félix Valderrama.

Para mi sobrino Fabricio


Pat Metheny

Para Fabricio Jiménez Morales, esta página que seguramente le debo a In the Flesh, conocedor como pocos del arte de Pat Metheny:

http://www.playjazzguitar.com/pat_metheny.html

Saludos a todos

Marcus Rothkovich, padre y maestro mágico


Rothko

Padre y maestro mágico de la melancolía, cromático terrestre,
que a la locura ciega y al corazón pedestre
diste tu mundo encantador.
Nietzscheano, Nietzsche tú mismo, que colores condujiste
hacia el destino sacro que amaba tu alma triste,
al son de la sangre y del dolor.