Wednesday, September 21, 2005

Guy Monod


Guy Monod

Guy Monod es, sin duda alguna, el esteta mayor del neonachismo. También se dice -y yo estoy de acuerdo- que es el padre de ese gran movimiento espiritual, un movimiento que nació, creció y se desarrolla a contracorriente de la medianía del entorno. Muy a tiempo sus integrantes lograron desmarcarse de manera absoluta de la banalidad de las "generaciones bobas" anteriores, coetáneas o sucesivas a ellos. La lucidez implacable de Guy Monod mucho tiene que ver con ese logro casi milagroso.

A punto de ser "niño prodigio", Monod pudo echar mano de un talento poco común para la heterodoxia y la rebeldía calculadas y se zafó oportunamente del pavoso estereotipo que tantas cerebros ha estancado en este valle de lágrimas. Con un humor proclive a la autoburla, Monod comenzó a derrochar sus dotes en las primeras orgías del neonachismo y desde esa época no para. Por fortuna, su portentoso talento es una fuerza renovable.

Luisana Castillo, recordando sus lecturas tempranas de la poesía de Jaime Gil de Biedma, usó una frase de éste dirigida a Ferrater para decirle una tarde memorable a Guy Monod: "El exceso de tu inteligencia puede perderte. Pero no. Es precisamente lo excesivo de la misma lo que te salvará de ser sólo inteligente". La aparente paradoja de Ikako Kazabe (marca creada, por cierto, por Monod) dio en el clavo: todo en Guy Monod es desmesurado. Algebra y fuego, como diría Borges, le son connaturales. Capaz de diseñar y describir botellas de Leyden, así como de llenarlas de vino y bebérselas durante interminables madrugadas con sus compinches neonachistas. Apto para resolver teoremas tipo Fermat, pero también para anularlos poéticamente ipso facto y sin clemencia científica alguna. Todas esas cualidades de Monod han hecho que el Turco Najul, mencionando uno de los nombres de Guy, diga de él: "Es el Félix de los ingenios".

Heredero de Breton, no sólo en su devoción por México, sino también -y sobre todo- en el amor loco: sólo adora a su Nadja, rubia, inconcebible, radiante, esplendorosa.

Monod tendrá una estatua, pero no por ser el padre y pope del neonachismo, sino por héroe petrolero. Pero les aviso: el mismo Monod derribará la estatua en una fiesta neonachista que cambiará de nuevo al mundo.

Dijo Octavio Paz: "Hablar de Guy Monod con un lenguaje que no sea el de la pasión, es traicionarlo".

Guy Monod Posted by Picasa

Tuesday, September 20, 2005

Henri S. Leprince


Leprince

Alfonso Reyes dijo una vez que era preferible repetirse que autocitarse. Así que repito acá un comentario dejado en el buzón de otro blog:

HENRI SIMON LEPRINCE

No podemos fiarnos del recurso retórico de Henri S. Leprince para hablar de Henri S. Leprince. Es el viejo truco de la modestia que no tiene por qué ser falsa (en su caso no lo es).

Leprince es, probablemente, el más cálido y amable de los escritores neonachistas. Sus imágenes suelen ser precisas, pero con la precisión inefable de lo emotivo. Si bien maneja la certeza fría y brillante del ingenio, no hace descansar en éste el peso mayor de sus propósitos literarios.

Se inició en la literatura como cicerone barquisimetano de Sergio Pitol, a mediados de los noventa. Durante una semana en el legendario TIJEL (Taller Internacional de Jóvenes Escritores de Latinoamérica y España) aprendió lo suficiente como para emprender por sí mismo un camino estético original. Se propuso, entonces, no ser un escritor: se juró a sí mismo que sería una literatura y a fe que lo está logrando.

La carrera literaria de algunos de los asistentes al TIJEL (L. V., I.T, etc.) se debate actualmente entre frustraciones editoriales y arduos esfuerzos por entrar en el canon internacional de la narrativa. El silencioso outsider Leprince, en cambio, sonríe ahora desde la placidez de la blogosfera, contemplando cómo su obra crece en lo que lee, en lo que escriben él y sus amigos, en lo que sueña, en lo que imagina, en lo que deja de escribir o leer y en lo que la máquina del Turco Najul está por depararle.

Leprince mueve piezas desde Madrid con sólo pensarlas. Tiene el poder genuino del neonachismo en su guitarra.

Monday, September 19, 2005

Museo de la novela de la Eternidad neonachista


Miles Davis

No es la primera novela escrita en la blogosfera, pero sí debe ser una de las más apasionantes. Se escribe a sí misma. Nadie sabe ni intuye cómo termina, si es que termina. Nadie sabe cómo empezó, si es que empezó realmente. Es una novela plural que se va haciendo y deshaciendo. Es la novela del neonachismo. La novela que va escribiendo a sus autores.

(La foto del boxeador Miles Davis es una las imágenes más célebres del jazzismo neonachista).

Saturday, September 17, 2005

El visible color de los tigres


Borges

El inevitable Borges, ya ciego, sólo veía sombras y tigres, mientras sus manos ansiaban otra cosa. Copio:

EL ORO DE LOS TIGRES

Hasta la hora del ocaso amarillo
cuántas veces habré mirado
al poderoso tigre de Bengala
ir y venir por el predestinado camino
detrás de los barrotes de hierro,
sin sospechar que eran su cárcel.
Después vendrían otros tigres,
el tigre de fuego de Blake;
después vendrían otros oros,
el metal amoroso que era Zeus,
el anillo que cada nueve noches
engendra nueve anillos y éstos, nueve,
y no hay fin.
Con los años fueron dejándome
los otros hermosos colores
y ahora sólo me quedan
la vaga luz, la inextricable sombra
y el oro del principio.
Oh ponientes, oh tigres, oh fulgores
del mito y de la épica,
oh un oro más precioso, tu cabello
que ansían estas manos.

(Jorge Luis Borges, El oro de los tigres)

Poemas para el tigre (a Tigre Garmendia, dedico)

Un mexicano, por cuyos títulos hace poco pasó la vista de Guy Monod (no sé si lo recuerda) ha dedicado dos de sus excelentes libros de poemas a la maravillosa fiera. De uno de ellos tomo este texto:

"El tigre en celo
es como un pozo de semen,
como un brazo de río:
más de cincuenta veces en un día
copula y se descarga largamente en la hembra,
como un cielo encendido en éxtasis perpetuo,
una tormenta de erecciones.
Y la hembra que aúlla o vocaliza
con su voz de contralto,
cómica y dolorosa,
pornográfica y mártir,
espera al tigre que la ronda sin tregua
como una tea, como un astro poseído e hirsuto.
Las fieras se acarician, Rubén,
bajo las vastas selvas primitivas.
Es el gran circo del sexo
en inconsciente y arrobada
soledad acróbata.
Al alba, cuando las bestias lujuriosas duermen,
parece oler a sexo, también a carne macerada,
en dos kilómetros a la redonda
y un resplandor ligero emana de ese olimpo
en que la prole
del que podría preñar en horas a doscientas tigresas
es grandioso rescoldo y ya apaga
como un fuego de siglos,
cesa como un viento,
cede como un canto".

(Eduardo Lizalde, Caza mayor)

Friday, September 16, 2005

Tigres


El tigre blanco: preside el occidente;
le corresponde el otoño y los metales.

"En la infancia yo ejercí con fervor la adoración del tigre..."
(Borges)

El tigre de la Malasia.
El tigre de William Blake, de aterradora simetría.
El tigre de Bengala.
El tigre rayado, asiático, real.
El tigre overo.
El tigre de los camalotes del Paraná.
El tigre de la confusión amazónica.
El tigre rayado, asiático, real.
El tigre de las márgenes del Ganges.
El tigre vocativo de mi verso.
El tigre fatal, la aciaga joya.
El tigre de los símbolos.
El tercer tigre.
El otro tigre, el que no está en el verso.
Los tres tristes tigres.
Tiger Woods.
Dick Tiger.
El Tigre de Gales: Tom Jones.
El Tigrito de Venevisión (vade retro).
Los tigres de la Mesa de Guanipa: El Tigre y El Tigrito.
El Tigre de Carayaca.
Mano e`Tigre Bustamente.
El Tigre Clemençeau.
El Tigre E. Fernández (nada es perfecto, ni siquiera este catálogo).
El Tigre que no come tigre (y si lo come, lo vomita).
El Tigre que come por lo ligero.
Tío Tigre (sin Tío Conejo).
Los Tigres de Aragua.
Los Tigres del Licey.
Los Tigres de Detroit.
El Tigre del suicidio de Leopoldo Lugones.
El tigre de papel.
El tigre de Winnie Pooh.
La tigresa o todas las tigresas de vida alegre.
Los tigres del Annam (cinco, dice Borges).
Los tigres de Dalí.
El tigre de Zucarita.
El tigre del horoscopo chino.
El Tigre de Guaitó.
El Tigre Encaramao.
El Tigre de las Nieves, Tenzig Norgay.
El CyberTiger, desde donde se conecta Guy Monod.
La banda de música "Le Tigre".
El tigrito del chimó El Tigrito.
Y qué le vamos a hacer:
El Tigre Garmendia.

A cada uno de estos tigres le llegará su sábado.

Friday, September 02, 2005

Monod, Morelliano y Cuyagua

Sólo para consignar lo que creo una certeza:

Monod propuso un Tetragrámaton como pista segura para acceder al misterio del Manifiesto Neonachista. Creo que tiene razón en la idea. Morelliano, en un comentario reciente le ha hecho una ligera modificación a la propuesta monodiana. Cree que la primera letra del Nombre es la "M", siguiendo la sospecha fundada de Henry S. En verdad, la "M" es recurrente: Monod, Morelliano, Madrid, Martín, Machado, María, Marta, etc.

Faltan tres letras, pero es un comienzo firme. Estoy seguro de que Izzy Cuyagua está ya aportando pistas muy confiables.

Una arquitecta que se encuentra actualmente en Barbados va a dar datos de mucho valor. Recuérdese que en el terreno de las investigaciones difíciles los espacios laberínticos cuentan.